Amor falso
Carlos Mendoza fue condenado a trabajos forzados por 10 años tras ser falsamente acusado de robar medicinas. Al regresar, descubrió que su esposa Lucía López y su hermanastro Diego Mendoza habían planeado todo para beneficiarse, incluso a costa de la vida de su madre, Rosa López. Carlos dejó una carta de divorcio, envió una denuncia a la Brigada de Inspección y abandonó pueblo natal para siempre.