Tras cambios traumáticos, Eva García rompió con Nicolás Cruz y dio a luz sola a Olivia, una niña de corazón frágil. Seis años después, él, ahora magnate, usó la custodia de la pequeña para reconquistar a la empobrecida Eva. La convivencia derritió el hielo: entre heridas del pasado, momentos de ternura y conflictos familiares, el amor renació.