Caminos perdidos
Catalina, una joven viuda con tres hijos, fue obligada a casarse con Igor, quien la maltrataba y entregó a sus hijos como pago de deudas de juego. Dieciocho años después, su hijo mayor, Norte, se convirtió en presidente del Grupo López y, junto a su hermana menor, buscó a su madre biológica. Sin saberlo, él mismo había llevado a Catalina a su casa como sirvienta debido a un sentimiento de familiaridad. Mientras tanto, unas personas engañaron a Norte, haciéndose pasar por su madre y maltratando