De malentendido a pasión
Anita García, para salvar su casa familiar, aceptó 180 mil de la vecina a cambio de casarse con su nieto Nicolás Ortiz. Por creerla interesada, él ocultó ser un magnate. Poco a poco, la bondad de Anita le derritió su frialdad, pero al revelarse su identidad, ella exigió divorcio. Tras reconciliarse, el CEO suplicaba: «¿Podríamos revelar nuestro amor hoy?»