La consentida del jefe
Alicia Rubio y Rafael García se casaron en una boda relámpago. Después Alicia entró en la empresa de Rafael como asistente del presidente, iniciando un romance clandestino. Mientras, reapareció la amiga de la infancia de Rafael, y un joven adinerado se infiltró para conquistar a Alicia. Tanto Rafael como su suegra la mimaron, convirtiéndola en la consentida absoluta de la familia.