Reina chiquita del tenis de mesa
La reina del tenis de mesa, Noa León, reencarnó inesperadamente en el cuerpo de una niña, Zoe Ríos. Aunque jamás había tocado una raqueta, Zoe se transformó en una jugadora prodigiosa, capaz incluso de jugar con una paleta de caramelo. Su talento sorprendió a toda su familia y, al final, venció a los rivales del país enemigo y salvó el honor de su nación.