Esteban, el Dios Marcial, fue traicionado por un demonio y su alma terminó en el cuerpo de Aarón, un joven despreciado. A pesar de ser considerado un inútil, Aarón, con el poder de Esteban, desafió a su familia y enemigos, sorprendiendo a todos. Luchó por demostrar su valor, ganó respeto y amor, hasta vencer al demonio que controlaba su cuerpo.